WASHINGTON, Estados Unidos.- La explosión en una fábrica de fertilizantes en Texas ha conmocionado incluso a los más experimentados. DL Wilson, portavoz del departamento de Seguridad Pública de Texas, se mostró en estado de shock por lo que vio anoche en la ciudad de West.
"Fue violento, como en Irak (...) un edificio con unas 50 viviendas parecía un esqueleto", contó Wilson a la prensa.
Y las fotografías del edificio muestran que su relato no era exagerado. El frente del edificio quedó totalmente destruido.
Wilson no fue el único que comparó la dimensión de la destrucción con una situación de guerra. "Fue como si hubiera caído una bomba atómica", dijo ayer el mismo alcalde de la ciudad, Tommy Muska. "Tenemos aquí mucha gente herida y hay muchos que estoy seguro que no van a estar aquí mañana".
De acuerdo a las autoridades, el enorme estallido dejó descenas de muertos y más de 200 heridos. (DPA)